Pues la verdad, he conseguido reducir el consumo una barbaridad. Además, Mazda debe estar contentísima de la situación. El nivel de fallos mecánicos reportados de nuestros vehículos es prácticamente nulo. Por fin el motor 2.2 diesel se ha vuelto confiable. Jajaja. Bueno, un poco de humor para pasarlo lo mejor posible. Sólo espero que, cuando esto pase, el coche arranque.
Un saludo y a cuidarse.
Un saludo y a cuidarse.