Muy interesante lo que comentan allí, pero creo que se quedan en lo muy superficial.
El tal "Miguel", que parece ser uno de nosotros, pone las cosas más en su sitio.
Hago un resumen aquí para el tal "Antonio" de esa revista y los que de allí puedan leer este hilo:
Los problemas de las vibraciones son anecdóticos y en ningún caso razón para dudar del coche. Además ya están arreglándose/arreglados, siendo reconocidos por Mazda, que ya es mucho. A mi desde que me arreglaron lo del capó el espejo apenas me vibra y lo doy por resuelto.
Lo de los acabados plasticosos es más de aceptación personal. Compara con la competencia lo que traiga, pros y contras, y decides. Si te va a hacer vivir amargado ese tema, no lo compres. A mi no me satisface, pero lo acepto por las otras cualidades.
Lo de los tubos calientes...si un yanki de dos metros no mete el pie descalzo, se quema y lo casca...no se entera nadie. Los pequeños japos no contaban con ese factor. Bueno quiero decir que no es un "factor de riesgo" real. Hay que meterse bien bajo y buscarlo.
Lo del DPF y el nivel de aceite ya es otro cantar. Es lo único grave que le veo al modelo. Y es en un porcentaje limitado, no le pasa a todos. Mazda, excepto por la dificultad de leer el nivel y de ahí el cambio de la varilla previsto, no ha reconocido el problema abiertamente como un problema técnico de gestión del DPF, aunque si tácitamente ya que efectúa los cambios de aceite gratis y están trabajando en el tema. Aquí te la juegas: que no te toque, que lo resuelvan para cuando te den tu modelo, decides vivir con ello y cambiar el aceite más a menudo...
A mi me tocó, que queme mucho, pero tengo esperanzas en la resolución y ya estoy enganchado al coche para separarme de él. Es un gran coche.