Hola foreros, llevo días leyendo sobre el tema de la carbonilla en los motores diésel del CX5 porque lo he sufrido en mis carnes y al final ha sido un auténtico desastre, estoy alucinando con el pestiño de motores que nos colaron, por lo que he podido averiguar ningún motor se escapa de la descarbonización, cada 6 o 8 años o cada 150.000 Km aproximadamente hay que pasar por taquilla... lo peor no es sólo que el colector de admisión esté a petar de carbonilla, si no que además debido al problema endémico de los motores diésel de Mazda y otras marcas por el aprovechamiento parcial del CO2, enviándolo de nuevo hacia el colector de entrada de aire del motor, este sistema "normalmente" acumula carbonilla en el conector de admisión y a la larga deteriora las arandelas de los inyectores, haciéndolas perder estanqueidad y produciendo gases que se mezclan con el aceite y la carbonilla, creando una especie de txapapote que cuando baja al carter obstruye el tamiz de la bomba de aceite, cuando esto ocurre, muchos elementos del motor no se lubrican de forma óptima y en ese escenario, el árbol de levas de escape trabaja en seco y daña los pies de las válvulas, deforma culata, deteriora turbo, bomba de vacío y otros elementos, resumiendo una reparación de casi 10.000.! con la información recabada en el foro y alegando que un coche con 150.000 Km. todos ellos por autopistas y autovías, conducido por un conductor experimentado y pasando todas las revisiones en talleres oficiales, es imposible que pase este destrozo y si pasa, lógicamente el que menos culpa tiene soy yo, les dí caña y al final la marca acepta su responsabilidad y asume fuera de garantía el 90% de la reparación, al César lo que es del César, en este caso Mazda se ha comportado... parece ser que en todo este tiempo Mazda ha aprendido de sus errores y ha ido modificando los materiales y el diseño de las piezas implicadas, con lo que aparentemente, en lo sucesivo "solo" tendré que preocuparme de la carbonilla que se seguirá acumulando en el colector, un saludo.