Hoy he bajado a Paris. En la autopista, a 130, una regeneración. La he notado fácilmente por el consumo que en ese trayecto y a esa velocidad anda a 6,5-7 y se dispara a 12. Además al soltar el acelerador o quitar el automático de golpe no sale el 0,0 y se oye el runruneo sordo. Claro hay que quitar la radio y llevar las ventanas cerradas, es más difícil cogerla que en ciudad, pero no tengo problemas para cogerlas. Además la media que tenía en 6,9 al salir del pueblo se puso en seguida en 7,3. Ha durado unos 15 kms, al terminar entraba en zona 110 y el consumo fue bajando poco a poco hasta quedar en 7,0.
Luego de una buena ración de peripherique y atasco, al volver por la tarde, se me pone una furgoneta al lado, a la que había pasado con un acelerón en los Champs Elysees, y me hace señas. Me dice el tío que salen llamas por el tubo de escape al acelerar. Nà le digo, este motor, que es muy ecolo y muy temperamental. 20 kms. más tarde, tras un recorrido de autopista en manual y más de 2500 RPM, paro en un centro comercial y voy inmediatamente a los escapes, los toco y están frios, pero frios, frios. Como si el coche no hubiera circulado durante más de una hora.
Este coche no se calienta nada, como para hacer nada "pasivo". A lo mejor las llamas eran restos de la regeneración y al dar un pisotón fuerte escupió los restos por el escape.
Para terminar la gracia, de regreso en la autopista, a 140, pedrada de camión y zambombazo en el parabrisas, estrellita de moneda de dos euros, más o menos...Afortunadamente lado del acompañante. El lunes ya hay cita en el Carglass de la zona. No gana uno pa sustos.