esculturas con ruedas, born to be wild jodeeeeeerr

Hay gente que tiene un montón de tiempo libre de la leche..
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Bueno, bueno...eso es que la miras desde una perspectiva diferente.:whistling::whistling:

Pues imagino que no, cuando la pruebe ya te diré.;)
Si me dejaras llevarla......quizás decía lo contrario xD
 
De motos va la cosa y aunque no se muestra ninguna "joya", esta lectura me ha hecho partirme de risa un buen rato:

25 Consejos para viajar en moto.

Es una de las experiencias mas enriquecedoras de montar en moto. Hacer un viaje con ella. Todo motero debe al menos una vez hacer un viaje largo. Uno que dure como poco una semana. Y aunque viajar en grupo es mucho mas divertido , al menos uno debe hacerse solo.

Tirarte una semana por las carreteras de España tu y tu moto. Cargando lo justo y necesario para poder sobrevivir. Tu y tu moto. Yo he sido un gran aventurero en esta vida y he hecho de todo pero nada fue mas enriquecedor , espiritual y sorprendente que mis viajes en moto en solitario. No fui muy lejos, la gran mayoría de las veces no salí de España , pero el destino daba igual.

Es la prueba definitiva de ser motero. Un viaje en solitario de una semana. Da igual si tienes una 1000 o una 125. Da igual si has entrado en circuito o lo rápido que eres. Para alcanzar el cinturón negro motero debes pasar esta prueba.

Y aquí van mis 25 consejos.

Buena suerte en la prueba definitiva , amigos míos.

Que la fuerza os acompañe.
1º No lo parece , pero estar una semana ( o dos días) subido encima de la moto una media de 10 horas al día es una paliza comparable a pedalear un Tour de Francia. Has de tener algo de forma física.

Vale vale, que ya se que con la vida sedentaria has echado una barriga que pareces Obelix. Ya se que entre el trabajo y los niños como para tener tiempo de ir al gimnasio. Si , si lo se. Pero al menos sal en moto los fines de semana de antes del viaje para irte entrenando. Si sales un par de Domingos y te tiras 4 o 5 horas encima de la moto por lo menos te servirá de entrenamiento y luego lo agradecerás en el viaje.
2º La colocación del equipaje es fundamental. Todo debe ir entre la bolsa sobredepósito , las alforjas y la red del asiento trasero. Prohibido llevar nada fuera de los sitios mencionados.

Mi lista de cosas es la siguiente:

Puesto en el cuerpo.
Si es invierno cordura , si es verano mono de cuero. Si es verano andaluz vaqueros y chupa perforada.
Si llevas el mono de cuero tienes que meter un mono de agua por si acaso.(IMPRESCINDIBLE)
Las botas de moto con sus calcetines.
Guantes con protecciones.
Casco BUENO con visera anti-empañado.
La cartera con la documentación , las tarjetas y el dinero. (Siempre encima).
El calzoncillo mas caro que encuentres en el mercado. Parece una chorrada pero como las costuras sean incómodas te van a dejár los glúteos como el trasero de un sadomasoquista.
Mallas de correr como sustituto al calzoncillo. Son muy cómodas y no llevan las costuras justo debajo del culo.

Alforja Izquierda. Tienda de campaña lo mas pequeña que encuentres. El aislante hinchable para debajo del saco y su correspondiente hinchador (eléctrico o a pedal).

Alforja derecha (la que pega al tubo de escape).
Hay que meter cosas ligeras ya que suele estar el tubo de escape debajo..
Si el saco de dormir es pequeño de verano te entrarán mas cosas que si es de invierno que suelen ser mas voluminosos.
Manta de supervivencia.

No conviene cargar en exceso las alforjas. Es con diferencia la parte del equipo que mas se mueve.


Bolsa sobredepósito.
Uno o dos forros polares baratos en el fondo de la bolsa. En el decathlon los tienes desde 5 euros.
Braga militrar o pañuelo para el cuello.
Unos vaqueros y dos camisetas, preferiblemente de algodon , las sintéticas huelen que apestan.
Unas alpargatas o zapatillas muy poco voluminosas dentro de una bolsa de plástico.
Dos calzonzillos de repuesto.
Dos calcetines de repuesto.
Navaja multiusos.
Linterna frontal con pilas nuevas. REPITO, con pilas NUEVAS.
Dinero en efectivo.
Dos paquetes con bridas , unas grandes y otras mas pequeñas.
Cámara de fotos con su cargador de baterias.
Teléfono movil con su cargador de baterías.
Mecheros aunque no fumes.
5 o 6 paquetes de clenex.
Una petaquita metálica con anis. No os podeis imaginar lo que reconforta.
Un poco de marihuana o costo y papel de fumar (OJO!!! solo si no vas a salir de España).
Condones. Yo llevo los mismos desde 1995. Está la caja sin estrenar.
Un sombrero o boina.
Cuchillo de supervivencia Aitor Jungle King. Pa acojonar mas que nada. Si lo primero que haces nada mas llegar al camping es clavarlo en un tronco bien visible todos los perroflautas del camping van a saber que es chungo acercarse a tu tienda.

Mochila sujeta con red en el asiento del pasajero (top case de pobres).
Dos botellas de agua de litro y medio cada una. (FUNDAMENTAL)
Chanclas.
Pastilla grande de jabón.Sirve para lavarse todo el cuerpo incluido el pelo y como lubricante anal. Los botes de gel abultan demasiado.
Toalla ultrafina del decathlon. No abultan casi y secan que te cagas.
Cepillo de dientes.
Desodorante en barra.
5 bolsas de plástico del supermercado (utilísimas).
4 mosquetones pequeños y un rollo de cordino finito.

Hornillo de gasolina para hacer fuego sin quemar el monte.
3 latas de fabada o de callos por si acaso.

Bolsa con herramienta de emergencia
Cinta aislante.
Lleves hallen, llave inglesa pequeña y un destornillador reversible.
Si vas a hacer mas de 1000 Km un sprai de grasa de cadenas.

Ya lo he contado antes , pero un truco que me enseñaron los montañeros es espanzurrarlo todo por el suelo antes de meterlo en las alforjas y la bolsa. Así puedes repasar visualmente lo que tienes preparado y darte cuenta con una ojeada si te falta algo.





3º Todo el equipaje debe ir perfectamente sujeto a la moto. Nada colgando , nada que se mueva. Ninguna correa va flaneando al viento. Una vez que hayas montado el equipaje menéalo violentamente con las manos a ver si se desplaza. Al cabo de 10 horas de baches te aseguro que nada estará en su sitio. Si la alforja que está encima del escape acaba cediendo y tocando este , el calor del tubo derretirá la alforja y perderás el equipaje.




4º No me gusta mucho sobrecargar las alforjas por la misma razón. Reinsisto en que es la parte del equipaje que mas se mueve. Fíjate en la foto de la izquierda lo que te he comentado antes. La alforja derecha casi toca el tubo de escape. Al cabo del tiempo indudablemente acabrá cediendo.

Además ensanchan mucho la moto , y acostumbrado como estamos los moteros a circular entre coches lo mismo te das un gallofazo por no medir bien las distancias.

Mucho cuidado en este punto. Una vez un murciano me dijo que en las entradas y salidas de un gran premio se distingue perfectamente a los madrileños. Son aquellos que cuando se pone un semáforo en rojo en vez de parar detrás del coche de delante intentan adelantarlo por todos los medios para ponerse los primeros en el disco.

Le voy a soltar al murciano un Lunes a las 8 de la mañana en la M-30, a ver lo que tarda en parecerse a un madrileño , je je je.


5º Al poner las alforjas estas deben descansar sobre los hierros del subchasis , no se los plásticos. Si no al cabo de una jornada comprobaras que las correas han destrozado los plásticos sobre los que se apoyaban.

Intenta que caigan naturalmente sobre los reposapies del pasajero y átalas como puedas a estos.




6º Siempre es mucho mas sencillo quitar la bolsa sobredepósito que las alforjas o la mochila sujeta con pulpos. Cuando te separes de la moto para tomar un café o preguntar en la recepción del camping no puedes cargar con las alforjas , la bolsa y la mochila , además del casco. El ser humano no tiene 6 manos. Así que pondremos las cosas de mas valor y/o imprescindibles en la bolsa sobredepósito. Vease cámara de fotos , documentación , dinero , medicinas , etc...

Cuando nos separemos de la moto nos llevamos solo la sobredepósito y que sea lo que Dios quiera. El lujo de tener un juego de maletas con llave no tiene precio en los viajes. Y si ya de paso vamos en una Harley Electra Glide o en una Honda Goldwing no te digo nada. Pero si tu moto es una deportiva ya lo sabes. LO mas caro o susceptible de ser robado en la bolsa sobredepósito.





 
Continúa..............

7º La moto por supuesto en perfecto estado de revista. Revisión pasada hace poco. Neumáticos nuevos. Aceite y líquidos en niveles.

8º Como ya he comentado antes un viaje es un palizón. El truco para aguantarlo es mantener un crucero bajo. En mi opinión a 120 Km/h como mucho. La fatiga se incrementa enormemente con la velocidad. Aun recuerdo un paseo de una semana que me di por Francia donde hice jornadas de hasta 20 horas seguidas de moto (sin exagerar) , durmiendo en el suelo , comiendo mal , etc. Cuando volvía por la autovía de Barcelona hacia Madrid me sorprendía mirando el velocímetro y comprobando que iba a 80 Km/h.

Si haces los primeros 300 Km a 160 Km/h , te aseguro que los últimos 100 los vas a hacer a 80.



9º Fundamental parar cada dos horas. Nunca menos. El secreto para hacer kilómetros en un viaje es no parar. Cada dos horas la moto te pedirá repostar y no te quedará mas remedio que parar en la gasolinera , pero si te entretienes a fumarte un cigarro y tomarte un vino en cada pueblo te va a cundir muy poco el viaje.

Esta consejo sirve si tienes que llegar a un sitio determinado a una hora concreta. Si tienes que ir de Madrid a Cadiz en un día porque es como tienes planeada esa etapa tienes que viajar así. Pero si lo haces como yo , sin rumbo fijo , parate en los pueblos y disfruta de sus vinos. Y de sus mozas.





10º Los tapones de espuma para los oídos son un gran invento que reduce la fatiga en viajes largos. Parece que no pero el ruido constante del viento además de dejarte sordo cansa que da gusto. Los puedes comprar en cualquier farmacia de España. Además molan mogollón porque cuando tragas saliva suena PIIfffff en tus oidos.





11º El casco debe ser bueno e integral. Se salvan los abatibles por su comodidad , aunque en ruta hacen bastante mas ruido. En mi opinión el jet abierto no sirve mas que para ir a por el pan. El casco malo hace ruido, aprieta en la cabeza , hace daño en algún punto e incrementa la sensación de cansancio enormemente.


12º En el asiento del pasajero atado con pulpos y redes se puede llevar de todo. El asiento está diseñado para llevar a una persona cuyo peso medio serán 90 Kilos. Es quizás el mejor sitio donde cargar cosas. Ahora que no te pases que mover la moto en parado con tanto peso puede volverse una azaña digna de un Hércules.

Haz la prueba e intenta mover la moto hacia atrás en parado con tu suegra subida en el asiento del pasajero. No uses a tu señora , haz la prueba con tu suegra ,a sí si pierdes el equilibrio la que se da el gallofazo es la maligna , digo la suegra.





13º Lleva agua. Siempre , que nunca te falte. En invierno o en verano. Es fundamental mantenerse hidratado. En verano en la carretera dentro del mono se suda como un pollo. Y en invierno aunque nos e note tanto , el esfuerzo físico de montar en moto también te deshidrata.

Puedes estar una semana sin comer montando en moto , pero el agua es fundamental. El ejercito americano descubrió en la primera guerra del golfo que la botella de agua mineral de plástico es la mejor cantimplora que existe. Lleva siempre dos botellas y al menos una de ellas llenas. Cuando una se vacíe consigue otra.

Como se te pare la moto a las 3 de la tarde en una carretera de Andalucía en Agosto, hasta que llegue la grúa no vas a morir deshidratado pero la sed es una sensación odiosa, mucho peor que el hambre.

Las legionarios que patrullaban el sáhara cuando era protectorado Español llevaban en sus todoterrenos gasolina para el doble del trayecto que iban a realizar , y seis!!! veces mas de agua de la que creían que iban a necesitar.

No te creas que está muy lejos el Sáhara de Almería.
14º La VISA y el teléfono móvil son dos artilugios que has de meter en una caja con siete candados. En los viajes de aventura nos se llama a mama para decirle que estás bien, ni se cogen llamadas de teléfono del trabajo. Uno se va aislado del mundo a buscarse la vida. Lleva el dinero en efectivo necesario e intenta ajustarte a ese presupuesto.

Aun así estos dos inventos del demonio debes llevarlos encima. Mi amigo Modrego que es economista me dijo una vez "tu dejamé en pelotas en el polo norte con el móvil y la visa que cuando vuelvas dentro de un mes a recogerme hay un Hotel de 5 estrellas con casino y puticlub".

La moto sin gasolina no se mueve y en las gasolineras sin dinero no te dan gasolina. Además es inegable la grandísima ventaja que proporciona tener un teléfono móvil en caso de emergencia. Yo he viajado mucho en mi juventud cuando no existían los móviles y por supuesto no tenía una tarjeta de crédito. Y fueron quizás los mejores viajes. Pero hay que preguntarle a mi madre el miedo que pasó cuando el puto niño dijo que estaría en casa a comer y se ha hecho de noche y aun no ha aparecido.

Aprende a buscarte la vida sin pasta. Entra en los bares y di que eres un actor de cine viajando en moto y que les cambias un autógrafo por un bocadillo. Que eres un redactor del PAIS o del ABC en busca de un artículo sobre las carreteras españolas, que si te da de cenar hablarás de su bar en tu artículo. Dile que le das una vuelta en moto a cambio de un plato de lentejas , o que eres capaz de bailar desnudo por un café con leche.






15º Aunque vayas a ir de hotel , pedazo de Borjamari, llévate siempre una tiendita de campaña y un aislante para dormir. Puede que se te eche la noche encima y no te de tiempo a llegar a tu destino. Puede que empiece a dolerte el culo , o los brazos o el cuello hasta no poder aguantarlo y necesites descansar. Entonces te puedes alejar un poquito de la carretera por algún camino y poder dormir.

Teóricamente el vivac (pasar una noche al raso) es legal en toda España. Teóricamente la acampada (mas de una noche) es ilegal en toda España excepto en los puntos habilitados. Así que escóndete un poco porque si aparece la guardia civil lo mas probable es que te eche.



 
......y sigue.....
16º Llévate un plano de carreteras. No confies en los GPS que se quedan sin batería cuando menos te lo esperas. Los planos los venden entodas las gasolineras y funcionan sin electricidad. Y digan lo que digan se consulta mil veces mejor que la maldita pantallita del GPS por muchos colorines que lleve.

17º La ropa de agua es IMPRESCINDIBLE. Una vez estuve en un camping de Málaga 24 horas seguidas sin para de llover, en pleno Agosto. El mono de agua es el mas estanco aunque sea un coñazo ponertelo y quitártelo. Debes llevarla muy a mano en el equipaje , que no tengas que sacar todo para encontrarlo.




18º Por lo menos la ropa de repuesto (el vaquero, los forros polares , las camisetas, los calzoncillos , los calcetines y las zapatillas) deberían ir dentro de una bolsa de plástico. Aunque te cales de agua en el viaje que luego puedas ponerte ropa sequita.





19º El calzoncillo debe ser de buena calidad. parece una gilipollez pero no lo es. No hay nada mas molesto que se te claven las costuras en los glúteos a lo largo de los kilómetros. Ten en cuenta que estas suelen pasar justo por el medio de estos y que apoyan contra el asiento. Esa fina cuerdecita que es la costura torturará tu culete implacablemente con el paso de los kilómetros como si estuviese hecha de alambre de espino.

El tanga es bastante mas socorrido pero te digo lo mismo , cómpratelo bueno porque si no también puede convertirse en un suplicio. Yo tengo uno que compré en el carrefou por 3 euros 3 tangas y cada vez que muevo el culo en el asiento me roza el ojete en plan sadomasoquismo gay.

Por desgracia no se puede montar en moto sin calzoncillo. Tarde o temprano el ciruelo y los mondongos se acaban desplazando de su sitio y pellizcándose con la cremallera, o aplastándote un cojón al cambiar de posición en el asiento. Ya se que se va algo mas fresquito pero si no quieres sentir dolores en tan sensible parte de tu anatomía , sujétate la picha aunque sea con una cuerda atada a la cintura.

Las mallas de corredor también son muy cómodas al hacer que resbale la lycra contra el cuero del mono o contra la cordura evitando rozaduras. Este truco me lo contó una chica que hacía equitación. Deporte que también es implacable con el bullas. No suelen faltar en mi equipación para viajar.

No tengo experiencia en el uso de bragas montando en moto. A ver si alguna señorita puede escribir algún comentario al respecto al final del post.




20º Hablando de culos , esta es una de las partes que mas duele viajando en moto. Yo conozco un truco que me enseñaron montando en bici. Cada 20 o 30 minutos levantas el culo del asiento durante un par de ellos. Así la circulación sanguínea se renueva y los músculos que apoyan cambian de posición.
Pero ojo que esto no debes empezar a hacerlo cuando te empiece a doler el culo , sino nada mas comenzar el viaje. Desde que sales , cada media hora vete dos minutos de pie. Yo lo tengo mas que comprobado. Si utilizas esta técnica el dolor del culo tarda muchas horas mas en aparecer.
21º Cambia de posición en la moto cada poco tiempo. Cambia el culo de posición del final del asiento al principio cada poco tiempo. Abre la posición de las manos al sujetar los puños. Apolla los pies en los talones , en las punteras. Aplánate sobre el depósito y levántate al cabo el rato.

Ya se que hay una postura ideal que es como mas cómodo se va pero no hay atleta que aguante 8 horas en la misma posición. Los músculos siempre acaban cediendo. Estos pequeños cambios de posición hacen que cambien levemente las fibras musculares que ejercen fuerza, lo cual descansa los mencionados músculos y por ende todo el cuerpo.



22º Siempre que salgas de la autopista y te adelantes en carreteras secundarias llena el depósito. En las autovías de Europa suele haber gasolineras cada pocos kilómetros pero las carreteras secundariias son otro cantar. Y tampoco te fíes si la hay , que me he encontrado muchísimas gasolineras cerradas y/o abandonadas que salían indicadas en el mapa.

Si te sirve de ejemplo la gasolinera de mi pueblo , el Mas de las Matas en Teruel , que está a 10 minutos de Alcañiz estaba cerrada el fin de semana del MotorLand (gran premio de Motociclismo) de Alcañiz.
Pon un cuentakilómetros parcial a cero siempre que lo llenes aunque tengas indicador de nivel de gasolina.



23º Puedes irte donde quieras pero mi destino preferido es la península ibérica. Tienes verdaderos rincones alucinantes sin necesidad de irte lejos. El Barcelona-Cadiz por la costa en verano en 5 dias parando en todos los pueblos de la costa es una experiencia que todo motero Español debería tener en su curriculum .

Parece una tontería pero que todos entiendan tu idioma es una ventaja. Explícale a un granjero Frances que has acampado en su terreno porque llevas 20 horas montando en moto , estabas hasta los cojones y cuando ya no podías mas te has parado y has plantado la tienda de campaña en su terreno (caso verídico).

Me salto el 24º porque me sale de los cojones.

25º El consejo mas importante es que lo hagas , que viajes. da igual la cara que ponga la parienta. No importa el cabreo que se coja el jefe. Aunque sea de dos días haz tu viaje. Se disfruta igualmente preparándolo que haciéndolo. Y se disfruta igualmente contándolo a los amigos que recorriéndolo. Pero mientras lo haces hay algo que no se puede reproducir con palabras.

Viajando en moto , allá en medio de las carreteras el tedio hará pasar por tu cerebro mil y un pensamientos. Los kilómetros irán pasando y se harán eternos. Los minutos parecerán horas y las horas jornadas. Entonces ocurrirá algo mágico , algo extraño.

Veras bajar a Dios del cielo en una Harley Davidson seguido por un séquito de ángeles femeninos enfundados en monos de cuero ajustado subidos en deportivas italianas y japonesas.
Te estrechará la mano , te felicitará por tus cojones , se reirá de tu tanga y te entregará tu cinturón negro de motorista.
Todo ocurrirá muy rápido, en una carretera perdida en medio de la nada , en un abrir y cerrar de ojos , pero te aseguro que te darás cuenta.

Viajando en moto vivirás aventuras y experiencias. Te pasarán cosas , desgracias y alegrías. Calamidades y proezas se cruzarán en tu destino. Descubrirás una persona dentro de ti que desconocías. Da igual lo mucho que lo planes porque el azar siempre influirá. Por alguna extraña razón los viqajes nunca salen como se planean por mucho que se planeen. Ni mejor ni peor, solo totalmente diferente.

Conocerás gentes , aunque sean extranjeras y aunque no hablen tu idioma descubrirás que te entiendes con ellos, que te miran admirados y con miedo, porque solo un loco se viste de astronauta y recorre el mundo en esa bicicleta gigante que hace ruido cargada hasta los topes.

Ya lo dijo Thierry Sabine. Fundador del Rally Paris-Dakar. Muerto en accidente de helicóptero mientras buscaba participantes perdidos en los desiertos de Africa.

" El camino del hombre vulgar al hombre sabio pasa siempre por el hombre loco"
 
Muy bueno, que razón tiene, yo le comprobé al viajar en moto en solitario.... y mis viajes tampoco fueron muy largos, siempre desde Madrid, a Sevilla, a Barcelona y alguno mas que no recuerdo. En uno se me rompieron las fijaciones de las alforjas y me las vi putas para volver a sujetar todo eso, claro no había pensado en llevar bridas :D

Y una cosa que no ha comentado... las autopistas en moto son rompedoras, se hacen interminables por lo aburridas que son, así que mejor no usarlas :thumbsup:

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Las fotografías recrean en nuestra cabeza a veces ilusiones que en nada se parecen a la realidad..........cuando algo nos gusta, lo que quiere decir que sabemos soñar. Hay historias que leemos y vamos al mismo tiempo "realizando" en alguna parte del cerebro donde quedan grabadas como imágenes.......esta es una de ellas:

Historia de un "pique".
A principios de los 70 rondaba yo los 4O años, así que si sacas cuentas, podrás averiguar mi edad. Si eres de los que piensan que la moto es patrimonio solo de veinteañeros, estás terriblemente equivocado, aunque también puede ser que algún día una CBR 900 negra (Fire Blade, por supuesto) te mande un par de aceleradas en el oído, o que en algún bar al costado de la ruta repares en algún anciano de pelo muy largo y canoso que desde un rincón de la barra, enfundado en su Garibaldi blanco, parezca conversar con su Nolan y un café siempre muy largo, sin prestar aparente atención a la conversación de los demás.

A veces me verás sonreír, tal vez alguna fantaseada que el estirado de turno está endilgando a sus colegas, o probablemente algún retazo del pasado que en aquel momento viene a buscarme. Si estás solo y buscas conversación, adelante, siempre estoy dispuesto a compartir un café (siempre muy largo) pero te advierto: soy peligroso, uno de los inconvenientes de mi edad es que los recuerdos y las anécdotas se agolpan en el archivo y pugnan como endemoniados por salir, así que cuando me tiran de la lengua o del procesador de textos, no se sabe nunca cómo va a acabar la cosa. Y es justamente lo que me está pasando en estos momentos.

Ah, si, estábamos a principios de los 70. Después de 3 noviazgos fracasados mi situación sentimental era de paro forzoso, no así en el plan laboral, pues el sueldecito de la fabrica me permitía ir tirando, los amoríos que sí me habían ido bien, desde que a los 14 años me desvirgó una Guzzi, la Aleu, dos Montesas y la Ossa actual. Ahora, rozando la cuarentena mi vida parecía estar a punto de dar un vuelco, acababa de conocer a Cuqui.

Cuqui era quince años menor que yo, hija de un empresario potente y con unas curvas espectaculares. Solo había un problema, Cuqui odiaba las motos, a lo que no le di importancia; un tipo como yo, que había pasado mas horas con un depósito en "las piernas que con una almohada bajo la cabeza, sabría valerme de la técnica y de los recursos necesarios para revertir ese odio en un incontrolable amor. Así que a principios de aquel verano le propuse un pasar un hermoso día en la playa, ella estuvo de acuerdo y le pareció adecuado el lugar. Claro que por entonces aún no existía la autopista, y para llegar allí había que pasar por las cuestas de Garraf, excitante carretera y entrañable amiga que yo consideré adecuada para mis planes: abrir los ojos de Cuqui a las inexplicables sensaciones de un relajado viaje en motocicleta, saboreando el sol, espíritu motero y la elegancia de la brisa marina acariciándole la piel. Al principio todo fue bien.

Con una conducción distendida y cien por cien turística empezarnos a enlazar los primeros tramos mientras mi pasajera iba ganando confianza poco a poco y empezaba a disfrutar del paisaje y la experiencia; sólo faltaba el violinista, querubines sembrando el asfalto de pétalos de rosa a nuestro paso y cupido enamorándonos con sus flechas impregnadas de amor.

Nuestro crucero era de unos 40 por hora en plan dominguero, como se acostumbraba a circular por aquel entonces detrás de los coches. Entonces aquellos monstruos rompieron el hechizo de aquel remanso de paz y ternura, y nos devolvieron al planeta "tierra motorista", cuando pasaron rozándonos aproximadamente a la velocidad de la luz... Zum... Zummm... ZumZum ...Zuuumm... Eran 8 o 9 motocicletas en perfecta formación de fila india y tan pegadas la una a la otra que mas bien parecían una única moto con un montón de ruedas y moteros encima.
Dos segundos después las vi perderse cuesta arriba en un increíble ballet sincronizado a la izquierda, aceleración, destello de piloto trasero, y giro a la derecha. Noté un estremecimiento en las manos de Cuqui que apretaron con fuerza las costuras de mi chaqueta a la altura de los riñones. Volví mi rostro hacia ella sonriendo y seguí inmutable a nuestra velocidad de paseo; afortunadamente, al cabo de un rato noté que se relajaba otra vez.

Unos quince minutos después, a la salida de una curva volvimos a verlas, se habían detenido en una pequeña explanada a la derecha del asfalto y estaban contemplando la maravillosa vista que los acantilados y el mar les regalaban. Las matrículas de sus motos eran alemanas, y ellos también. Rubios, con cabellos lacios muy largos y barbas; solamente sus cascos eran ya un espectáculo, no se parecían nada a mi orinal de producción nacional, mas bien semejaban escafandras de astronautas, y las motos... Jamás había visto un espectáculo semejante. Sí había oído hablar de las japonesas, o había visto alguna fotografía, pero aquello... ruedas como de coche, carenados, semimanillares, frenos de disco y motores de 4 cilindros, increíble. Aminoré aún un poco más la marcha para poder deleitarme un segundo más con aquella visión, pero la felicidad es efímera y las sobrepasé enseguida, así que después de echarles un último vistazo de admiración y envidia a través del retrovisor, los perdí definitivamente de vista.

Continua.............
 
Tras cinco minutos más de excursión, y justo al encarar una de las pocas rectas del Garraf, los vi crecer vertiginosamente por el espejo, lo primero que me chocó fue que todos llevaban las luces encendidas, detalle que antes no había apreciado; lo segundo fue que en cuanto se me echó encima el primero, no me adelantó, sino que se quedó un momento pegadito a mí para rebasarme muy despacio mientras le echaba una ojeada a mi moto. El segundo hizo lo mismo, repasando de arriba abajo mi Ossa, mientras señalaba mi máquina y le hacía un gesto con la cabeza al que iba tercero, los demás repitieron la operación a medida que me adelantaban, y yo me sentí como un imbécil sin saber si debía saludarles, fingir indiferencia o mirar también sus monturas, hasta que detrás de una escafandra de astronauta le tapa a uno la boca y algo la nariz, pero los ojos no, y cuando uno se ríe, no lo hace sólo con los labios, no señor; los europeos con motos japonesas se ríen con la cara, y eso se nota por mucho casco integral que lleven, y aquel engreído, el último de la fila, se rió, no sé si de mí o de mi moto, pero se rió.

Compréndelo, fue superior a mí, no pude hacer nada para evitarlo. Además dio la casualidad de que aquella carretera era una vieja conocida de antiguas aventuras, dio la casualidad de que se me cruzaron los cables y dio la casualidad de que mi Ossa no era una Mike Andrews réplica de aquellas, sino una yankee 500, con motor 2 tiempos, twin paralelo, perdón, entonces se decía bicilíndrico vertical enfrentado al sentido de la marcha, y con más de 70 CV de los buenos.

Cuando todos los del grupo ya hubieron tenido la oportunidad de contemplarme como a un mono en una jaula, teniendo la delicadeza, al menos, de no tirarme cacahuetes, hicieron bramar sus motores y desaparecieron al final de la recta. Yo, invadido por la serenidad de las grandes ocasiones, me ajusté las gafas que hasta entonces había llevado sobre el clímax, respiré hondo un par de veces, reduje tres marchas y le di al mango como un hombre.

Les juro que una de las cosas que más lamento en mi vida es no haber podido ver la cara del capullo aquel, cuando vio que se le echaba encima el chirimbolo con ruedas del que se había reído un minuto antes, le quité el polvo del lateral izquierdo de su bonito carenado y en la misma operación, casi sin querer, decidí deshacerme también del que le precedía justo a la entrada de una curva en la que acababa de aparecer un 600 conducido por un caballero calvo al que los ojos le crecieron asombrosamente alcanzando en un segundo el tamaño de dos huevos duros, los dos siguientes fueron realmente fáciles, debo reconocerlo.
No se habían enterado aún de qué iba la misa y aproveché el tramo recto para enseñarles, cuando pasé al otro, que ya se había dado cuenta de la situación pero no pudo reaccionar, fue cuando empezó la fiesta de verdad, y los tres que iban delante de mí, después de un instante de estupor, varios titubeos, se agacharon sobre el depósito y empezaron a retorcer las orejas de sus japonesas.

Pero resulta que en la casa Ossa, además de fabricar estupendos proyectores cinematográficos, también entendían algo de motos, así que no fue muy difícil chuparle rueda al siguiente, claro que adelantarle era otra cosa, los otros dos que quedaban delante nos iban tomando algo de distancia, así que no debía perder mucho tiempo con el que iba tercero, porque corría el riesgo de perderlos, en esto estábamos cuando, ¡Oh! Dios existe: después de negociar una de derechos, nos encontramos una pequeña recta y, al final, una curva bien visible donde iban a cruzar el Renault Gordini al que deberíamos adelantar y el auto que venía hacia nosotros. El alemán dudó una décima de segundo, no podría pasar entre los dos vehículos, juntos. Un instante antes de ver iluminarse su luz de freno, yo ya había reducido una marcha y enroscado el puño del acelerador, y después de dejarle atrás, seguramente planteándose cambiar su Suzuki por una Torrot 49. Pasé entre el coche y el auto en pleno viraje creando el estilo que años después me copiaría descaradamente Ronaldinho para colarse entre los defensores del Compostela; y sin detenerme a pensar qué opinión tendrían de mi mamá el chofer y el dominguero, me lancé a la caza de los dos últimos modelos trofeos. Me costó mucho alcanzarles, los malditos iban deprisa, pero al final me puse a rueda. Iban separados unos 20 metros uno del otro, mejor.

...............................un poco más....................
 
Después de varios minutos sin que ocurriera nada mas que no fuera la insólita y rápida reducción del tamaño de las estriberas y el cromado de los escapes, llegué a su altura y lo mejor de mi vida fue aquel exterior, ¡qué trazada!, ¡qué finura!,¡qué aplomo y precisión! Dios mío si lo hubieras visto, arrasaría las votaciones para piloto del año. Le sorprendí totalmente, pues no se esperaba que nadie tuviese pelotas de adelantar en plena curva ciego por el carril de la izquierda, bordeando además el acantilado de más de 50 metros de caída libre. Cuando le estaba pasando me pareció que el casco iba a salírsele de la cabeza, seguramente a causa de que se le pusieron sus largos pelos de punta, la boca se le abrió tanto que la mandíbula le asomó por la parte inferior del integral, y sus ojos.
¡Oh, sí!, en plena maniobra tuve la cortesía de mirarle a la cara, el tamaño de sus ojos dejaban en ridículo a los del pobre conductor de la 750. Y ahí acabo todo. El que quedaba delante, simplemente se rindió. Lo había visto todo por el retrovisor y seguramente decidió que el sol de España, las discotecas de Sitges y el cálido abrazo de mamá cuando volviera a su país valían mas que la locura de seguir peleándose con el demente aquel y su extraño cachorro, que al parecer tenía la costumbre de zamparse 8 ó 9 japonesas antes de desayunar. Así que desenroscó cobarde y lastimosamente el mango y le dejé atrás seguramente meditando sobre los misterios insondables de la vida. Seguí un par de kilómetros más en solitario, dejando que allí detrás los vencidos se reagruparan en su humillante derrota y preparé mentalmente la entrega de premios.

Me detuve mas adelante al costado del camino y me bajé con rapidez de la moto y apoyándome en el depósito de combustible con aire de despreocupación, adopté mi posición, fingiendo contemplar relajadamente el paisaje, como ellos habían hecho antes. Fue entonces cuando reparé en ella, ¡¡Cuqui!!, me había olvidado completamente que llevaba a mi posible novia como paquete. Estaba entumecida, tiesa como una chasis de doble viga de aluminio, blanca como el carenado de Cardús en los duros tiempos de crisis "sponsoril" y la mirada perdida en el infinito, sentada sobre la Yankee con los brazos doblados y las manos agarrotadas en actitud de agarrarse aún a mi chaqueta como si yo aún estuviese allí.
Efectivamente, parecía que eso de las motos no era lo suyo. Les oí llegar por la izquierda, decidí desentenderme un momento del problema y seguir con la pose de absoluta indiferencia, total serian un par de segundos necesario para que los vencidos se retiren, pero cuando aparecieron por la curva, redujeron la velocidad y se pararon todos ante mí. Algunos se quitaron el casco y me miraron con una mezcla de respeto, admiración y perplejidad.

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El silencio se podía cortar con un cuchillo. En un momento puede cambiar la historia de la humanidad, un pequeño detalle puede dar un giro a la vida de cualquiera o a su futuro, una nimiedad puede hundir al más magno y solemne triunfador en los más míseros de las ruinas: justo en aquel glorioso momento Cuqui me vomitó encima. Y no creas que fue una pequeñez, no, fue un verdadero chaparrón que me dejó paralizado y cubierto de arriba abajo por una espesa macedonia multicolor. Se hizo de nuevo un silencio sepulcral, la estupefacción se dibujó en las caras de los alemanes, y a mí no se me ocurrió otra cosa que sonreír estúpidamente. Aquello ya fue demasiado.

De pronto sonó una estruendoso carcajada a la que siguieron siete más y aquello se convirtió en un manicomio. ¿Has visto alguna vez a alguien con un auténtico genuino ataque de risa?, pues prueba imaginarte ocho a la vez; es contagioso e imparable, no se puede hacer nada para detenerlo y a mí también me dio cuando Cuqui, que afortunadamente no llevaba ningún hacha, me soltó un tremendo sopapo y su mano quedó pegada en mi mejilla. En lugar de un enérgico ipaf! sonó un impresentable ichop! y, claro, no hizo el mismo efecto, desencadenando un agravamiento general del ataque de risa que provocó la huida de Cuqui, que se alejó, corriendo carretera arriba, agitando los brazos en alto y aullando como una sirena de una fábrica a la hora de salida.

Entonces, a uno de ellos le flaquearon las piernas por los espasmos de la risa y cayo con la moto como un saco de patatas, otro lloraba a carcajadas golpeando el deposito de su Kawasaki mientras un compañero, que soltaba como unos hipos entrecortados, les decía a los demás que se estaba desmayando, al tiempo que el que había caído estaba revolcándose en el suelo en pleno ataque y otro pataleaba una señal de prohibido adelantar, entre síncopes carcajeantes. Así nos encontraron los de la Guardia Civil que, después de cinco minutos de intentos de averiguar qué rayos estaba pasando allí sin que nadie de los presentes les hiciera ningún caso ni viera capaz de otra cosa que contenerse el estómago, y respirar de vez en cuando.

Jamás volví a ver a Cuqui, se iría en auto a su casa, yo qué sé, los alemanes y yo acabamos con un porcentaje bastante elevado de las existencias cerveceras de Sitges, y anduvimos todo el verano juntos, intercambiando monturas y descubriendo parajes insólitos de nuestras carreteras costeras. Han pasado casi treinta años y nos seguimos viendo, dos veces por temporada, una en el G.P. de aquí y la otra es Elefantentrefíen, adonde, por supuesto, acudo con la mítica Ossa Yankee 500 que aún conservo y que allí es venerada por nueve ancianos decrépitos que, sentados sobre la nieve y al abrigo de un fuego, brindan por ella, y a los que en el momento mas insospechado, y para alarma de sus coronarías, hernias y artritis, les sobreviene un ataque de risa sin que nadie entienda porqué.
 
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