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Forero Experto
Mazda 787B: el coche que marcó un hito en la historia de las 24 Horas de Le Mans
Las 24 Horas de Le Mans 2016 darán comienzo este fin de semana. El sábado, a las 15 horas, los coches, los pilotos y los motores darán el 100% para hacerse con la victoria en la prueba de resistencia más legendaria e importante del mundo. Es el momento, tras 25 años, para recordar el triunfo obtenido por Mazda en el Circuito de la Sarthe. La bandera a cuadros, agitada a las cuatro de la tarde del 23 de junio de 1991, daba como ganador alMazda 787B número 55, con la carrocería en verde y naranja brillante. Su rugido, origen de su motor de cuatro rotores, indicaba que grandes coches de firmas tan importantes como Mercedes-Benz y Jaguar no habían podido derrocarle. El británico Johnny Herbert fue el piloto que pasó triunfante la línea de meta, aunque también fue obra de sus compañeros el alemán Volker Weidler y el luxemburgués Bertrand Gachot. Y es que, tras 21 horas de carrera, el Mazda se puso en cabeza para tres horas más tarde hacer historia.
Unos 250.000 espectadores vieron cómo un fabricante asiático ganaba las 24 Horas de Le Mans, y es que hasta el momento ha sido la única ocasión en que se ha conseguido tal hazaña. También porque desde que se disputó la primera prueba en 1923, ningún coche ha ganado equipando un bloque sin pistones, porque el Mazda 787B equipaba un el motor rotativo R26B con inyección periférica y tres bujías por rotor, capaz de entregar una potencia de 710 CV a 9.000 rpm.
La fiabilidad de este propulsor hizo que los tres coches que comenzaron, dos nuevos modelos 787B y un 787 del año anterior, acabasen la prueba de resistencia más antigua del mundo que aún se mantiene en activo. Primero, sexto y octavo de la general es cómo acabaron. De los 38 vehículos que tomaron la salida, finalizaron los tres Mazda más otros nueve. Tras 362 vueltas y 4.932 km a una media de 205,38 km/h, los ingenieros, al inspeccionar el motor, aseguraron que podía haber corrido otras 24 horas.
Tras ganar la que muchos consideran la prueba más dura en su género, el Mazda 787B número 55 fue al museo de la firma oriental en Hiroshima. Allí sí se le quería; en Le Mans ya no tras el cambio de normativa en la que se limitaba la cilindrada de los motores. Lástima que por la Sarthe no se volviese a escuchar su sonido característico…
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