Los GTI se acabaron cuando pasaron de la tonelada. Nos empeñamos en no entenderlo, un deportivo tiene que ser ligero antes que potente, eso es lo que le da buen paso por curva.
He tenido dos 205 GTI, de 130 cv y 870 kilos de peso. Eso eran prestaciones, frenada y paso por curva. Tener que meter caballos para tirar de los kilos puede mantener la aceleración en recta, pero luego en las curvas... niet. Hay que empezar a meter controles de tracción, estabilizadoras gruesas, frenos gordísimos, etc. Pero, eso sí, que no deje de ser cómodo. Al peo, oigan...
"El 208 GTi 30th pasa de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y los mil metros con salida parada en 26,5"
El 205 GTI hacía el 0-100 en 7,8 y los 1.000 metros en 29,4, pero, en la práctica, era muuuucho más rápido que ese engendro tuneado. Porque, claro, no dan el dato del peso del coche, pero me juego algo a que pasa los 1.100 de largo. Que comparen la distancia de frenado entre uno y otro, y la resisrencia al calentamiento. El 205 GTI tenía una frenada digna de Porsche 911, con discos ventilados delante y macizos detrás, un esquema sencillo, sin ABS, sin polladas ni tonterías, y era inacabable. A ese bicho quiero verlo yo bajando un puerto. Hasta un Panda lo adelantaría. Eso sí, el nuevo es más mando y controlable.
La masa del coche es un factor pernicioso en sí mismo en todos los sentidos cuando se trata de desplazarla por rectas y por curvas; cuando que hay que acelerarla, y también frenarla. Aisladamente considerado marca diferencias en términos absolutos.