En esto debo darte la razón...
Por un lado, aunque no he llegado a conducir un CX5 diésel, si los escuchas a ralenti o circulando despacio, no suenan ni la mitad que otros motores de gasoil (nada que ver, por ejemplo, con el ruido que puede hacer todo un GLC220D, sobre todo en frío...)
Supongo que alguna de las particularidades del mismo como la baja compresión o el sistema de inyección serán los responsables...
Y también tienes razón en lo del kilometraje... hace 20 (o más bien 30) años poca gente compraba un coche con más de 100 mil kms, básicamente porque se daba por hecho que pronto empezaría a dar problemas. Pero, de repente, entre finales de los 90 y los primeros 2000, aparecen los TDI (o similares) y todo el mundo pudimos tener coches relativamente potentes que, además, hacían sin problemas 200, 300 o incluso 400 mil kms a poco que los trataras bien (y los gasolina también se volvieron mucho más fiables).
Nuestra mentalidad cambió y, tal y como comentas, ahora consideramos normal tener en el mercado coches con kilometrajes bastante altos (y caros... que están ahí porque la gente los compra...), pero quizá no tenemos en cuenta que ya no se tratan de un 1.9 TDI con una bomba simple y sin ningún tipo de sistema "añadido" para controlar las emisiones.
Dudo que haya muchos motores de ¿10? años hacia aquí que sean capaces de resistir esos kilometrajes sin necesitar algún tipo de atención más o menos importante (desde turbos, hasta FAPs, pasando por sistemas addblue, EGR, etc, etc).
Sin que sea garantía de nada (puede explotar mañana), el hecho de no montar nada de eso fue una de las razones que me llevaron a comprar un 2.0 con 100 mil kms. Teniendo en cuenta mi uso habitual (apenas le estoy haciendo unos 8 mil kms al año de carretera) quiero pensar que debería aguantar bien otros 80 o 100 mil kms, con lo que habría pasado el tiempo suficiente para considerarlo una compra "razonable".
Un saludo.