El viernes fui a buscar mi CX5 Zenith automático y gasolina, un Km 0 con seis meses a sus espaldas esperando a que llegara alguien como yo que lo liberara y lo pusiera en la calle.
Por el hecho de haberlo comprado y ser de mi propiedad no lo convierte en el coche más perfecto del mundo. Yo suelo ser crítico para lo bueno y lo malo de todo, y el Mazda no se iba a librar. Allá van mis primeras impresiones:
Lo que más me llamó la atención nada más empezar a rodar con él fue el tacto tan suave que tiene, la finura del motor que no emite una mala vibración. Me encantó. Hacía más de 20 años que no tenía un coche de gasolina y echaba de menos esa suavidad.
Es mi primer coche automático y, de momento, le he hecho ya 600 km y aún no he clavado el freno al pisarlo con el pie izquierdo pensando que es el embrague, ni yo mismo me lo creo. Y ya cada vez miro menos a la palanca para ponerla en la R o en la D. De aquí a un año lo bordo, fijo.
He notado que, tal y como había visto y leído en distintas reviews, el cambio es un poco lento. Me gustaría que respondiera en menos tiempo al pisotón del acelerador.
Y otro defecto que le veo es que la pantalla se queda pequeña para algunas funciones, sobre todo para la visión de las cámaras. De poco sirve tener 4 cámaras si lo que ves es tan pequeño que no se aprecia bien nada. En las maniobras yo me guío por los sonidos de los sensores de aparcamiento porque las imágenes son poco precisas. La cámara trasera, al menos, podía tener mayor resolución.
Por lo demás estoy encantado. El equipamiento de seguridad me parece una pasada, el "empujoncito" para tu carril es estupendo contra los despistes, el avisador de ángulo muerto me evitará más de un susto, las luces tan blancas y adaptativas... Y el equipo de sonido muy bueno, también.
Casi para terminar deciros que vengo de un monovolumen con muchos espacios para meter objetos y no habría estado de más que, al menos, las guanteras de las puertas fueran más espaciosas y algún hueco más para meter cosillas. Eso sí, como no había espacio he hecho una limpieza importante al trasladar todo de un coche a otro.
Por último, deciros que estoy muy ilusionado y deseoso de seguir haciéndolo kilómetros. Que tengo mono de él, vamos.
Por el hecho de haberlo comprado y ser de mi propiedad no lo convierte en el coche más perfecto del mundo. Yo suelo ser crítico para lo bueno y lo malo de todo, y el Mazda no se iba a librar. Allá van mis primeras impresiones:
Lo que más me llamó la atención nada más empezar a rodar con él fue el tacto tan suave que tiene, la finura del motor que no emite una mala vibración. Me encantó. Hacía más de 20 años que no tenía un coche de gasolina y echaba de menos esa suavidad.
Es mi primer coche automático y, de momento, le he hecho ya 600 km y aún no he clavado el freno al pisarlo con el pie izquierdo pensando que es el embrague, ni yo mismo me lo creo. Y ya cada vez miro menos a la palanca para ponerla en la R o en la D. De aquí a un año lo bordo, fijo.
He notado que, tal y como había visto y leído en distintas reviews, el cambio es un poco lento. Me gustaría que respondiera en menos tiempo al pisotón del acelerador.
Y otro defecto que le veo es que la pantalla se queda pequeña para algunas funciones, sobre todo para la visión de las cámaras. De poco sirve tener 4 cámaras si lo que ves es tan pequeño que no se aprecia bien nada. En las maniobras yo me guío por los sonidos de los sensores de aparcamiento porque las imágenes son poco precisas. La cámara trasera, al menos, podía tener mayor resolución.
Por lo demás estoy encantado. El equipamiento de seguridad me parece una pasada, el "empujoncito" para tu carril es estupendo contra los despistes, el avisador de ángulo muerto me evitará más de un susto, las luces tan blancas y adaptativas... Y el equipo de sonido muy bueno, también.
Casi para terminar deciros que vengo de un monovolumen con muchos espacios para meter objetos y no habría estado de más que, al menos, las guanteras de las puertas fueran más espaciosas y algún hueco más para meter cosillas. Eso sí, como no había espacio he hecho una limpieza importante al trasladar todo de un coche a otro.
Por último, deciros que estoy muy ilusionado y deseoso de seguir haciéndolo kilómetros. Que tengo mono de él, vamos.