Es difícil establecer factores objetivos, aunque hay alguno: mecánica más simple, más limpieza, suavidad, ¿menos contaminación?..., por lo que teóricamente daría menos problemas en el futuro y, a medio y largo plazo, su mantenimiento y posibles averías pueden ser menores, lo que económicamente puede hacer que resulte menos costoso al final de esos años, aunque gaste más combustible. Unos 250-300 €/año, según los kilómetros que hagas.
Luego están los emocionales: preferencias por la gasolina, su funcionamiento, su olor, respuesta, estirada, sensaciones deportivas, diversión al volante, cambio manual si te gusta el control...
Yo elegí gasolina Mazda, porque, entre esos factores que he indicado, NO quería un motor gasolina 'downsize'. Quería un gasolina 'de verdad', y Mazda es el único que encontré que reuniera casi todo lo que me gusta. No hay coche perfecto o completo. Todos tienen algo que gusta y les falta otros aspectos: para mí el Mazda 3 Sport Sedan era 'mi coche' por diseño, estilo... ¿Que le faltaba?: comodidad de uso del maletero; neumáticos 'incómodos' al ser de bajo perfil; suspensiones duras; rumorosidad en marcha; motor excelente (pero) de 'poca' potencia... Probé el CX5, y era otro mundo, aun manteniendo algunos de esos 'defectos'.
El CX5 no es perfecto. Tiene otros 'defectos' para mí, pero cumple con todo lo más importante para mi forma de viajar por comodidad, potencia, estética, consumo, diversión... Y yo no pienso en cuándo lo venderé. Pueden ser cinco, diez o quince años. Ese factor para mí es irrelevante. Lo disfrutaré mientras pueda el tiempo que sea.
Como te dicen por aquí, prueba bien ambos modelos, y el que más se ajuste a tu forma de conducir, a tus sensaciones, intentando equilibrar 'cabeza y corazón', elige. Estoy seguro de que con ninguno te arrepentirás.
Un saludo.