Buenos días a todos.
Hace unos meses cambié las pastillas por primera vez (5 años y 100.000 Km aprox) a mi Mazda, y a partir de ahí comenzó un calvario del que aún no sé cómo salir.
Al poco de cambiarlas, en un taller de prestigio de la zona en la que vivo, comenzamos a escuchar un ruido ronco, una especie de vibración sonora proveniente de las ruedas traseras que se producía cada vez que tocaba el freno con suavidad. Incluso a veces, al pasar por una zona bacheada, también aparecía el rudio. Esperamos un par de meses, pensando quizás que era cuestión de que las pastillas nuevas se adaptasen al desgaste de los discos, y como el ruido no se quitaba, volvimos a llevarlo al taller. Ahí enseguida pensaron encontrar el fallo, porque me cambiaron las pastillas en garantia, argumentando que una de ellas había perdido un muelle de fijación a la pinza, y que eso era lo que provocaba la vibración.
La cuestión, es que no solo no se quitó el ruido sino que, durante unos días, aumentó el número de veces que sonaba (es una cuestión aleatoria, no siempre se produce). Volvimos a llevarlo, y no fueron capaces de econtrar nada averiado. Desesperados, lo llevamos a la casa, y después de una semana allí, revisando pinzas, discos, pastillas, etc., tampoco encontraron nada. Es más, se atrevieron a decir que en una semana a ellos no les sonó ni una sola vez.
A día de hoy, el ruido sigue presente. A veces pasan dos o tres días sin sonar y de buenas a primeras reaparece. En ocasiones nada más salir del garaje, y otras veces después de un viaje de tres horas. Es desesperante, porque cuando suena, parece que llevamos una bubucela pegada al culo, y cuando tocamos el freno la gente que está cerca se gira para mirar quién viene armando tanto jaleo por la carretera. Eso sí, solo suena cuando tocamos el freno suvemente, al incio de la frenada.
Bueno, si a alguien le ha pasado algo parecido, estaría encantado en escucharle. No sabemos que hacer que no sea empezar a cambiar cosas por si acaso: otras pastillas, discos, pinzas... Una pasta, hagamos lo que hagamos sin estar seguros del resultado.